Quénes somos

El Carlismo tiene una larga trayectoria. En sus más de 180 años de existencia ha tenido de todo. Por ser un movimiento popular y no de intereses mediáticos ha sido siempre perdedor nato. Ya en sus inicios defendiendo los comunales, los Fueros y todo aquello que pertenecía a los Pueblos de las Españas, fue machacado y despreciado por la clase dominante, simple y llanamente para domesticarlo y someterlo, con la condición de que no perturbara su posesión de las cosas, que no era otra que el contrario al que aspiraba, necesitaba y era de su legítima propiedad: la del pueblo plano y raso.

Se buscó la manera de desprestigiarlo y borrarlo de la faz de la tierra. Guerras, complots, traiciones, infiltraciones de elementos de ideología contraria. Todo para evitar que un movimiento molesto como la carcoma, se revelara continuamente contra los abusos del poder hacia el pueblo.

Es evidente pues que con todo este historial, y con tan larga vida política, este Partido haya tenido fallos y alguna actuación negativa, pero siempre ha sabido salir adelante, porque al Pueblo (ahora se dice Ciudadanía) nunca se le ha podido engañar.

El Partido Carlista fiel a su trayectoria y a sus ideales convino que tendría que aplicarse la Confederación de los Pueblos de las Españas a su propia Organización, y sintiendolo así los carlistas valencianos decidieron crear el Partit Carlista del País Valencià (P.C.V.), en 1976 en Carlet, siendo el 28 de marzo de 1993 cuando se inscribió en el Ministerio de Justicia, en confederación con el resto de los Partidos Carlistas de las Españas.

Siendo un partido que no dispone otros medios para financiarse que las propias cuotas de sus afiliados, le es muy dificil acceder a la vida política (elecciones), tal como está orquestada, además de estar vetado en muchos medios de comunicación.

Una democracia tiene que ser igual para todos y no contar con privilegios establecidos. Unas elecciones tendrían que ser, en principio, una igualdad de oportunidades. No como ahora que, los partidos con representación parlamentaria, tienen preferencias sobre los otros en la hora de exponer su programa. Cómo decía un antiguo militante del P.C.V, ¿admitiríamos que la liga de fútbol empezara con más puntos para los equipos que hubieron conseguido mejor clasificación en la liga anterior? Lo justo es que empiecen todos desde cero. Pues esto mismo tendría que ser el modus operandi en las elecciones. Todos los candidatos con los mismos recursos y oportunidades. Pero claro, aquí se les vería el plumero a los instalados en el poder.

En fin, el P.C.V. fiel a su compromiso con el País Valenciano, pretende no solo denunciar las irregularidades que se cometen, sino lo más importante, aportar ideas para solucionar sus problemas.

El P.C.V. no dogmatiza porque no se cree en posesión de la verdad, simplemente aporta una visión de la realidad que junto con las aportaciones de otros puntos de vista, para que la Sociedad tenga los suficientes criterios para decidir en libertad el camino a seguir y no que se lo marquen o incluso se lo impongan. Pura y simple, Democracia.

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