Otro 8 de marzo

Todos sabemos que es la fecha en que se celebra el Día de la Mujer. No hace falta decir, que sigue en inferioridad con los hombres y que su lucha por alcanzar la plena igualdad esta todavía lejos de ser alcanzada.

Es mucho mas relevante la sangría de mujeres maltratadas algunas, y no pocas, con resultado de muerte. También la interminable lista de agresiones sexuales, que hace de las mujeres objeto de las más bajas pasiones de los hombres. Decimos de los hombres y no de algunos, porque si unos materializan dichos actos, los otros callan o miran hacia el otro lado para no tener que condenar enérgicamente tales atropellos. O para no poner los medios necesarios.

¿Qué pasaría si fuera al contrario? ¿Qué pasaría si los hombres, sea la edad que sea, tuvieran miedo de salir a la calle por miedo a ser acosados por mujeres? ¿Y si fueran éstos los que pagaran con su vida el maltrato de sus mujeres? ¿Qué pasaría?

Sencillamente, se pondría el grito en el cielo y se removerían todos los recursos del Estado para atajar semejante tropelía. Ahora no, la mujer sigue siendo la persona de compañía.

Eso sí, solo faltaría. Reivindicamos que no puede ser que eso ocurra, cuando pasa. Y poco más, hasta la siguiente.

Como por desgracia es muy a menudo, pues ya entra en la rutina. A las primeras se les dio todo el bombo y platillo y después de varios casos ya solo cuenta en los registros estadísticos.

Pues para vergüenza del ser humano las victimas mortales desde el 2003 al 2023 han sido 1185.

Según una Macroencuesta de Violencia contra las Mujeres en 2019 el 24.4% de las mayores de 16 años han sufrido violencia física o sexual.

Y según Amnistía Internacional sigue habiendo obstáculos para la protección e identificación de las víctimas.

No basta legislar, hacen falta recursos humanos y materiales.

Hace falta formación a todos los niveles para prevenir el maltrato institucional de las victimas en ámbitos policiales y judiciales.

Y falta conciencia social, donde tienen mucho que jugar, los medios de comunicación.

Esperemos que el próximo 8 de marzo sea más esperanzador.

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