Este 4 de mayo volvemos un año más a las campas de Montejurra a celebrar junto con los compañeros y compañeras de los distintos territorios las Españas nuestra fiesta anual, a pesar de la situación sociopolítica actual, de lo que nos está tocando vivir y de todos los sinsabores que está padeciendo la sufrida militancia del Partido Carlista.
INTERNACIONAL
El contexto internacional actual no puede decirse que sea especialmente halagüeño y se está caracterizando por una serie de eventos significativos que están moldeando las relaciones políticas y económicas a nivel global.
El presidente de los Estados Unidos de América Donald Trump, con una evidente actitud de superioridad y comportamiento autoritario, nos quiere llevar a nivel global a un claro proceso de involución y retroceso en términos sociales, políticos y culturales.
Es notorio el malestar que ha creado en el ámbito internacional su decisión de implementar aranceles, generando con ello tensiones políticas, económicas y comerciales, siendo interpretada como una declaración de guerra comercial al mundo en general.
Ante estas políticas proteccionistas de Estados Unidos, la Unión Europea se enfrenta al desafío de responder a lo que se ha denominado una “política predatoria” por parte de la administración Trump. Este giro podría desestabilizar el orden multilateral y socavar la esencia de la propia U.E. Se están considerando diversas represalias comerciales incluyendo aranceles a las importaciones estadounidenses para
contrarrestar estas medidas.
¿PAZ EN LA GUERRA?
Por otra parte, la situación en Gaza se ha deteriorado de forma considerable con los recientes ataques israelíes que han ocasionado, de nuevo, numerosas víctimas sin que nadie ponga freno a tales desmanes. Y desgraciadamente de la guerra de Ucrania ya no se acuerda casi nadie. Rusia sigue desarrollando sus planes y llevando a cabo su ofensiva militar y colonizadora con un Putin crecido por su alianza con Trump.
Estos eventos reflejan un período de incertidumbre y reconfiguración en las relaciones internacionales con implicaciones significativas para la política y la economía global.
NOSOTROS
Y mientras tanto, por lo que respecta al Partido Carlista, lo expuesto hasta ahora parece ser un fiel reflejo de lo que está sufriendo su militancia, debido al comportamiento arrogante y despótico de su Secretario General Federal, que lleva sin convocar el Consejo Federal de Dirección, máximo órgano de dirección del Partido Carlista entre congresos, desde noviembre de 2022, incumpliendo de manera flagrante lo establecido democráticamente en los estatutos del Partido y en la propia Ley de Partidos.
Su actitud y la de su camarilla es claramente sectaria y les está llevando a tomar decisiones en las que están dejando a la vista de todos, su intolerancia a la diversidad de opiniones, el rechazo y el desprecio hacia quienes piensan diferente y su cierre al diálogo y al debate abierto, hasta el punto de llegar a la persecución personal por la vía judicial hacia varios militantes de manera obsesiva y sin fundamento jurídico alguno.
El Partido Carlista no se merece esto, esta situación debe cambiar a la mayor brevedad posible, la solución a problemas internos dentro de una combinación de estrategias estructurales, comunicativas y culturales. Por una parte, se deben clarificar roles y responsabilidades, reorganizar las áreas según necesidades actuales y establecer protocolos claros de toma de decisiones y resolución de conflictos, además de canales internos constantes (boletines, reuniones abiertas, grupos digitales, etc.).
Además, se tienen que fijar mecanismos de escucha activa y retroalimentación desde las bases, evitar la “rosca”, promoviendo la inclusión de voces críticas de forma constructiva. Hay que fomentar una cultura política basada en el respeto, la pluralidad y el compromiso, definir códigos éticos y mecanismos de sanción en caso de transgresiones y establecer indicadores para medir avances en la resolución de conflictos internos para finalmente poder realizar revisiones periódicas y ajustes a las estrategias implementadas.
Está claro que la disposición caciquil del señor Ibáñez Compains se ha vuelto incompatible con los principios democráticos y participativos que sustentan nuestro Partido.
Durante los últimos dos años, hemos observado con alarma cómo ha concentrado decisiones sin consultar a las bases ni respetar los procedimientos internos establecidos llegando a situaciones vergonzosas como la vivida en el Parlamento de Navarra. Esta forma de actuar ha generado un clima de tensión, desconfianza y desmovilización dentro del partido, además de vulnerar la esencia del diálogo y el respeto que deben regir nuestras relaciones internas.
Por todo lo anterior, y en coherencia con nuestros valores, solicitamos formalmente la dimisión inmediata del señor José Lázaro Ibáñez Compains. Consideramos que esta decisión es necesaria para preservar la integridad del Partido Carlista, restablecer los cauces democráticos y abrir un proceso de renovación que fortalezca nuestra legitimidad ante la militancia y la ciudadanía.
Reiteramos nuestro compromiso con el proyecto colectivo que representamos y apelamos al sentido de responsabilidad de la militancia.