Normalmente se suele asignar un día al año para recordar a algún colectivo, acontecimiento, enfermedad, etc.
El recordar no tiene que ser el pasar un día de fiesta, de reivindicación, de denuncia, etc., eso tiene un recorrido muy corto por lo general.
Centrándonos en el 8M que hoy se celebra, tiene que ser un recordatorio de que la lucha de la Mujer tiene que seguir hoy, mañana, pasado y siempre.
Lo poco conseguido si no se sigue luchando para mantenerlo, pronto se difuminará y desaparecerá.
La sociedad actual y más ahora con la proliferación de fuerzas ultras, está proliferando en discursos masclistas, que arrastra a ciertos jóvenes al odio en las relaciones y en redes sociales hacia las mujeres. La razón está en que están convencidos de perder la hegemonía que siempre han tenido para con los de segunda clase, en este caso las mujeres, pero lo podemos ampliar a todos los niveles de personas que no piensan igual que estas clases no ya emergentes sino desgraciadamente implantadas en los órganos de poder y decisión.
Hoy nos comprometemos con las MUJERES en su lucha, que tiene que ser la de todos los demócratas, para no retroceder en sus derechos justamente adquiridos y al mismo tiempo no desfallecer en seguir luchando por lo que queda, y es mucho, por conquistar.